La cocina a la plancha
Nuestra sociedad se ha acostumbrado a valorar la cocina a la barbacoa y a menospreciar la cocina a la plancha, pero el cambio de mentalidad ha llegado. La cocina a la plancha, siempre que cocinemos con una plancha profesional, nos brinda el verdadero sabor de los alimentos conservando sus propios jugos internos y aislando el alimento del combustible. El chuletón debe saber a chuletón, no a leña de encina. Las chuletas deben saber a chuletas, no a sarmientos. El pescado debe saber a pescado, no a carbón.
Las principales ventajas de la cocina a la plancha son:
-Una plancha está lista para cocinar en muy pocos minutos
-Una verdadera plancha llega a una temperatura de 280º C, lo que permite asar los alimentos rápidamente. Esta temperatura permite cicatrizar el exterior de los alimentos lo más rápidamente posible para lograr mantener sus jugos internos y así disfrutar de alimentos sabrosos. Con temperaturas inferiores en otros aparatos de cocina, el alimento se cuece y no deja de expulsar su agua interior, por lo que al final queda duro y nada apetecible.
-Con una plancha Jinama podemos cocinar todo tipo de alimentos pequeños o troceados, carnes, pescados, marisco, setas, verduras, tortillas…
-La plancha permite la gestión de la temperatura de forma fácil y eficiente, simplemente girando el mando de gas. No faltan brasas, no sobran brasas, no se carbonizan los alimentos.
-La cocina a la plancha es sana. No hay contacto con la llama, cosa que debería prohibirse por insalubre, y los alimentos no se queman. Además se necesita poco aceite, con lo que cocinamos con menos grasa.
-Además de sana, la cocina a la plancha es sobretodo sabrosa. Al cicatrizar rápidamente los alimentos, éstos conservan sus jugos propios y naturales en su interior, concentra sus sabores y permite reencontrar el gusto auténtico de los alimentos.
-Es rápida y fácil de limpiar. Acabas de cocinar, echas cubitos de hielo en la superficie de la plancha todavía caliente y como arte de magia los restos de comida se desincrustan. Ayudándote de una espátula vas rascando sin esfuerzo y ayudando al hielo a llegar a todos los rincones desincrustando toda la placa. Seguidamente limpias la placa ya casi limpia con agua y jabón, escurres, secas bien e impregnas la placa con una fina capa de aceite para protegerla hasta el próximo uso. La cubres bien con una funda de pvc, y a descansar!
La plancha. rápida, sana, sabrosa y limpia, la cocina exterior del futuro.
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