Cocinar a la plancha!!
Las
planchas para cocinar es para muchas personas una técnica culinaria
sinónimo de poco sabor. Sin embargo, puede dar lugar a los bocados más
exquisitos. Le contamos cómo conseguirlo.
Para cocinar alimentos a
la plancha es preferible untarlos previamente con aceite en lugar de
verter éste directamente sobre la plancha o sartén.
Cocina a la
plancha = cocina exclusiva para enfermos o para quienes desean cuidar la
línea. ¡Error! Pocos mitos relacionados con el arte culinario son tan
falsos. Y es que cuando esta técnica es bien utilizada ofrece como
resultado recetas deliciosas: los alimentos conservan todas sus
propiedades, nutrientes y sabor (al no usar prácticamente aderezos que
lo enmascaren). Ahora bien, aunque parece muy sencillo es preciso seguir
una serie de recomendaciones si no queremos arruinar el bocado más
sabroso.
1. Aunque siempre es aconsejable, para esta técnica
culinaria resulta especialmente importante que los alimentos utilizados
sean de primerísima calidad (al no estar cocinados con salsas, aliños o
caldos que ‘maquillen’ su sabor o textura original han de ser productos
muy frescos).
2. Limpie perfectamente la superficie de la plancha
o sartén antiadherente donde vaya a cocinar para eliminar posibles
restos y evitar que el producto coja aromas de otros alimentos
preparados con anterioridad.
3. Encienda la plancha y no vierta
aceite sobre ella (a fuego muy fuerte para piezas pequeñas y algo más
moderado para las grandes).
4. Unte con aceite los alimentos en
crudo. De esta forma se formará una costra superficial que evitará la
salida de jugos. Lo ideal es utilizar un dispensador de aceite en spray
para repartirlo de manera uniforme. Si no lo tuviera ponga un poco de
aceite en la base de un plato y pase por él las piezas escurriéndolas
bien después.
5. Al dar la vuelta a los alimentos, usar una
espátula en lugar de pincharlos (si se escapan los jugos quedarán
demasiado secos).
6. En el caso de la carne: dejar las piezas
poco tiempo de forma que quede hecho por fuera pero rosado por dentro
(cuanto más hecho, más duro y seco porque pierde parte de los jugos). La
sal se puede añadir después de dar la vuelta a las piezas. Si éstas son
muy grandes puede terminar la cocción en el horno.
7. En el caso
del pescado, póngalo sobre la plancha caliente sobre el lado de la piel
(previamente a ello puede haber hecho un corte en forma de cruz sobre
la piel para evitar que la pieza se contraiga). Cuando la piel tenga un
color tostado déle la vuelta y tenga en cuenta que de este lado se
necesita menos tiempo de cocción.
8. Es fundamental servir los
alimentos muy calientes nada más salgan de la plancha o la sartén porque
es así como más sabrosos resultan.
9. Para potenciar el sabor
sin sumar calorías al plato, los alimentos se pueden condimentar con
especias al gusto: pimienta, tomillo, romero...
10. Como acompañante para pescados y carnes, nada mejor que una rica ensalada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario